IMAE

Por Ing. Marcelo Vega
Docente investigador (LESyC)-IMAE- FCEIA- UNR Coordinador del Comité Académico de Energías AUGM Miembro del Organismo de Estudio de Normas IRAM. Subcomité: Acondicionamiento Térmico de Edificios y Subcomité: Eficiencia Energética Edificios



Días pasados se aprobó por votación en el Concejo Municipal de la ciudad de Rosario el emprendimiento inmobiliario a realizarse en el microcentro de la ciudad presentado por la empresa dirigida por el CPN Aldo H Lattuca.

Dicho proyecto está enmarcado por un régimen especial calificado como “área de reserva”, el cual debe ser aprobado por el mencionado Concejo, es decir está por fuera de regulación de las normas urbanísticas que rigen los demás lotes del Anillo Central (entorno donde se encuentra este proyecto).

El mismo será erigido en la denominada manzana 125 comprendida entre el damero definido por las calles Rioja, Corrientes, Córdoba y Paraguay. Uno de los aspectos más sobresalientes (y polémicos) es la construcción de tres mega torres de más de 60 metros de altura cada una en dicho lote.

Este emprendimiento forzará la perimida infraestructura urbana existente a sostener los requerimientos necesarios para el funcionamiento de dicho proyecto urbanístico. Entre los que podemos mencionar el abastecimiento de agua potable, energía eléctrica, gas natural como así también los desechos inherentes al uso y goce de las construcciones proyectadas. Hacemos mención que la red de desagües cloacales y pluviales en dicha zona tiene más de 100 años de antigüedad.

Acá entramos en contradicción con la política actual llevada a través del Plan Integral del Área Histórica donde se concentran edificios de valor cultural y arquitectónico, teatros, grandes tiendas, históricos y míticos bares, paseos que cuentan nuestra manera de vivir y convivir (https://www.rosario.gob.ar/web/ciudad/obras-publicas/plan-integral-del-area-historica/revitalizacion-del-area-historica). El plan contempla obras y acciones en la zona comprendida entre San Lorenzo y Avenida Pellegrini y Bulevar Oroño y el río. Entre sus objetivos se mencionan: Fomentar la circulación de peatones y espacios de encuentro; Promover una movilidad más sustentable y Reducir la contaminación sonora y ambiental entre otros.

También debemos destacar que presenta una paradoja con el Programa Integral de Movilidad (PIM) donde entre sus estrategias define: Promoción de transporte público masivo; Desarrollo del transporte no motorizado; Disuasión de transporte motorizado privado (https://www.rosario.gob.ar/ArchivosWeb/plan_integral_movilidad.pdf). Haciendo hincapié en la integración de políticas y proyectos vinculados al desarrollo de áreas de estacionamientos, de medidas disuasorios del ingreso del automóvil a determinadas áreas o en determinados períodos y/o disuasorias de su uso...


Otro aspecto importante a tener en cuenta es el fenómeno de la Isla de Calor Urbana. Fenómeno que describe el incremento de temperatura atmosférica urbana debido a la actividad antropogénica en las ciudades (movilidad, climatización, etc). Este megaemprendimiento aportará una gran masa térmica a la zona central exacerbando el fenómeno.

Ni hablar de que las torres una vez erigidas impedirán el “derecho al sol” de un gran número de damnificados, como así también la gran cantidad de personas que accederían a morar dichos edificios donde el FOS será el doble del permitido (según el código urbanístico anterior) de la zona, como así también de la altura máxima permitida de 40 metros. Superando 1,5 veces la altura permitida de la zona.

Es cierto que dicho proyecto favorecerá la contratación de mano de obra local, siendo un gran aliciente para los tiempos complejos que se están viviendo.

Ojalá este proyecto tenga un final feliz como el recordado cuento de los hermanos Grimm “Blancanieves y los siete enanitos”, y no como narra a mitología griega sobre el regalo hecho por la diosa Eris que destinada “para la más bella” encendiendo una disputa entre Hera, Atenea y Afrodita que terminaría en la Guerra de Troya.

Debemos ser capaces de construir políticas de estado que nos oriente y dirija en forma consensuada hacia el modelo de ciudad que queremos para nosotros y nuestras generaciones venideras. Entendiendo y escuchando las voces de todos los actores y sectores involucrados a fin de saber qué ciudad soñamos sin distinción de banderas políticas de tal manera de que seamos orgullosos del legado que dejamos.

Remarcamos además que no es malo la existencia de “controvesias técnicas” en estos tipos de emprendimientos. Es bueno se tome conocimiento del conflicto de intereses, sin duda conocer es valorar. Donde por un lado están quienes promueven el proyecto y quienes lo administran, y desde otra vereda quienes se sienten afectados, muy posiblemente con intereses contrapuestos.