La industria y los sistemas de transporte son apuntados habitualmente como los grandes responsables de la contaminación del ambiente y las emisiones de carbono. Sin embargo, la construcción de viviendas verticales e infraestructuras de forma tradicional generan un impacto considerable en la salud del planeta.

La edificación, que ha crecido de forma exponencial en las grandes y medianas ciudades del mundo, es la mayor consumidora, junto con las actividades asociadas, de recursos naturales como pueden ser madera, minerales, agua y energía.

Asimismo, los inmuebles, una vez construidos, continúan siendo una causa directa de contaminación por las emisiones que se producen en los mismos, o por el impacto que generan sobre el territorio.

Aunque todas las construcciones buscan cumplir con las necesidades básicas de una persona y darle una mejor calidad de vida, si no se tiene en cuenta al medio ambiente, aportando soluciones integrales a las dificultades que nos enfrentamos en el presente y cuidando de esta forma las necesidades de las futuras generaciones, el hogar puede transformarse en un problema.

Ante este panorama, donde todo está pensado para descartarse, surgen alternativas, como la construcción sustentable, que tienen como misión mantener un equilibrio en el presente, para conservar el futuro.

“La arquitectura sustentable tiene que ver con combinar las necesidades de los clientes con hacer una buena administración de los recursos en el proceso constructivo de la casa, para tener pocos desechos y escaso impacto ambiental”, señaló Guillermo Durán, director y fundador de Habitar Sustentable SRL, en diálogo con Industria Ambiental; y continuó: “Además, se busca que en la vida útil de la construcción se consuma poca energía y agua, y que la vivienda tenga un bajo mantenimiento".

En cuanto a los proyectos de viviendas sustentables, el arquitecto indicó que hay propuestas ideales, donde la mayoría de los parámetros para no perjudicar el medio ambiente son contemplados, pero también “hay varios matices” a la hora de planificar una residencia. “Existen muchos ejemplos de construcciones que tienen un muy buen aprovechamiento de las variables de la sustentabilidad”, indicó el especialista y aseguró que los hogares 100% ecológicos son posibles si se los planifica.

“Para que las estrategias puedan ser altamente replicables, tenemos que lograr que no haya que poner más plata para hacer una vivienda sustentable. Esa es otra buena noticia que encontramos”, destacó Durán.

A la hora de ejemplificar las estrategias de construcción que utiliza Habitar Sustentable SRL, el director de la empresa dijo: “Nosotros tomamos como referencia la arquitectura vernácula, la cual se va construyendo por conocimiento colectivo y que tiene que ver con edificaciones de pueblos originarios, que están realizadas con materiales del lugar, naturales".

Características de una construcción sostenible

Las casas sustentables tienen varios aspectos que las diferencias de las edificaciones tradicionales. “Tienen un diseño bioambiental, en donde las disposiciones de las ventanas y las decisiones morfológicas de la construcción están vinculadas a las características geográficas y climáticas del lugar. De esta forma, se disminuye la energía que se utiliza en la climatización”, indicó Durán. “Por otro lado, elegir materiales sanos es importante. En algunos climas estamos usando construcción de tierra, por lo tanto, se sacan los materiales del lugar”, agregó.

Una característica importante del diseño bioambiental es el estudio del recorrido del sol y su incidencia en los espacios, para aprovechar su energía y disponer las construcciones de la mejor manera. También se requiere del análisis de la trayectoria de los vientos, las precipitaciones, las temperaturas, entre otros datos climáticos. Con toda esta información, se adoptan las mejores soluciones que contrarresten el impacto negativo del clima y potencien sus características positivas.

“Las estrategias pasivas son las más económicas y las que más rinden. Tienen que ver con la morfología de la construcción, utilizar los principios de la física para que se genere una ventilación termosifónica”, explicó el arquitecto y afirmó que, en el sector de la construcción, “a medida que se va trabajando se va interiorizando en los nuevos materiales que existen"

En cuanto a la generación de energía, se utilizan equipos de captación fotovoltaica para producir electricidad y aparatos que se alimenten de energía solar. “De día, las viviendas no tendrían que prenderse la luz, todo tendría que iluminarse de forma natural. Eso es muy fácil de conseguir”, apuntó el constructor.

También, se apuesta por los sistemas de domótica, en donde se regula con mayor precisión los equipos de calefacción e iluminación.

Además de llevar a cabo proyectos de construcción sustentable, Guillermo Durán dicta un curso para aprender estrategias vinculadas al diseño medioambiental, las energías renovables, el uso de agua, la utilización de materiales naturales, etc. Este taller, que en Rosario es impulsado por la Comisión Interempresaria Municipal de Protección Ambiental Rosario (CIMPAR), se realiza de forma virtual y ofrece material teórico y casos de aplicación.

Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles

Para que la construcción de una vivienda particular se convierte definitivamente en sustentable es necesario que su paradigma sea replicado por el resto de la sociedad. Por esto, lograr ciudades y comunidades sostenibles es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que adoptaron los Estados Miembros de Naciones Unidas en 2015, cuando firmaron el tratado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.

Según un relevamiento del organismo, más de la mitad de la población mundial (4,5 mil millones personas) vive en zonas urbanas. En 2050, esa cifra habrá aumentado a 6.500 millones de personas, dos tercios de la humanidad. “No es posible lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos”, señalaron desde la ONU.

Las ciudades ocupan solo el 3% de la tierra, pero representan del 60 al 80% del consumo de energía y al menos el 70% de las emisiones de carbono. En 1990, había 10 ciudades con 10 millones de habitantes o más; en 2014, el número de mega ciudades había llegado a 28, y se esperaba que alcance 33 en 2018. En el futuro, 9 de cada 10 mega ciudades se encontrarán en el mundo en desarrollo.