Cóndor Group es una reconocida marca nacional e internacional por la producción de compresores y grupos electrógenos. En la actualidad la empresa, de origen neozelandés, se consolida en la fabricación de grupos electrógenos de última generación, un nicho en expansión.

Industria Ambiental dialogó con sus representantes, David y Richard Irvine, personas que entienden y se perfeccionan sobre materia energética, generando que sus productos se posicionen en los estándares superiores del mercado.

Luego de 20 años de trayectoria de negocios en Nueva Zelanda, y con 18 de ellos por cuenta propia, David Irvine tomó la decisión de involucrarse más en temas relacionados con la comunidad y la asistencia social, especialmente en lugares que no contaban con las condiciones de desarrollo de su país natal.

Después de una visita a Argentina con su esposa, su hijo mayor y dos amigos de Nueva Zelanda en 1993, David decidió vender sus negocios y propiedades en aquel país y se mudó a Rosario, en la provincia de Santa Fe.

Su primera actividad en ese momento fue el establecimiento de una fundación sin fines de lucro, Visión Argentina, además de vincularse con otras fundaciones argentinas existentes, como TECHO y CONIN, y con varias instituciones educativas.

Como estas actividades eran totalmente voluntarias, para financiarlas David y su familia montaron en nuestro país un negocio similar al que tenían en Nueva Zelanda. Ubicado en el Parque Industrial Metropolitano, en Pérez, éste está centrado en la producción de compresores y generadores, junto con la distribución de herramientas y equipos para la industria.

¿Cómo fueron los principios de la empresa?

David: Desde el 93 hasta el 2001 la empresa creció bastante. Ese año de la crisis, como fabricantes de bienes de capitales, fue bastante duro. En ese momento empezamos con otro proyecto que teníamos en Nueva Zelanda: recapados, restauración y comercialización de cubiertas. Nos empezamos a enfocar en eso porque en Argentina cuando los ciclos de ventas de bienes de capital son difíciles, esos servicios crecen. Es como un subibaja donde todo se equilibra.

En la actualidad, nuestro concepto de negocio es “energía” ya sea producida, usada o ahorrada. Fabricamos grupos electrógenos, compresores, equipos que usan y producen energía. Y mediante la unidad de recapado estamos ahorrando energías, porque es un proceso de “reciclar” y nosotros reciclamos cubiertas.

¿Cómo es el desarrollo de la nueva tecnología?

David: Somos proveedores de equipos de energía a biogás. Además, estamos desarrollando un grupo que usa biodiésel y agua como insumo para la combustión. El agua pasa por un proceso de electrolisis que divide atómicamente el hidrógeno del oxígeno para alimentar el motor. Este hidrógeno es requerido a demanda, ya que tiene que estar en un ambiente controlado porque es un elemento químico que puede explotar. Con este proceso aumentamos la performance del biodiésel y tenemos dos grandes ventajas: es un medio de generación muy económico y es completamente renovable.

¿Estos equipos se encuentran en el mercado?

No, están en una etapa de experimentación avanzada. Están en condición de venderse, pero por ahora solo los usamos dentro de la fábrica.

¿Cuál es el segmento al que apuntan?

A la industria. Con el tiempo, el concepto es vender energía en vez de vender un grupo electrógeno. La EPE, ha facilitado planes para inyectar energías a su red. Hay un plan que se llama Prosumidores que surge a raíz del sinceramiento de las tarifas…

David: Creo que esto es lo correcto. De Nueva Zelanda copiamos mucho en relación al uso y los conceptos sobre energías renovables, están muy avanzados en esa materia.

¿Cómo les afectó el sinceramiento de tarifas?

David: Prácticamente no cambió en nada la situación.

Richard: Es otro factor para analizar, hay un costo de infraestructura todavía muy alto. Hoy, en algunos lugares de Rosario, la EPE no puede llegar; y si llegase, entre lo que uno tiene que pagar entre transformador y cables eso es más de lo que vale un grupo.

¿Cuáles son las capacidades de los grupos electrógenos en relación a la red?

Richard: Es la misma energía. A veces es un poco más cara cuando la genera uno mismo, pero te ahorrás dinero de entrada; el grupo siempre es tuyo y si el día de mañana no lo necesitás más lo vendés. Tiene muchísimos usos.

David: La diferencia es que comprar un grupo electrógeno es una inversión. No es como comprar electricidad.

¿Las industrias piensan en invertir en grupos electrógenos para reemplazar la red eléctrica?

Richard: Hay grandes posibilidades. En los años del 1 a 1, tenías el mismo costo para generar energía con gasoil que comprarle energía a la EPE. Con el sinceramiento de las tarifas de a poco volvemos al 1 a 1. Gradualmente el costo va a ser el mismo. En los parques industriales la energía cuesta un poco menos, pero el problema escondido es que invertís en infraestructura y no lo recuperás nunca.

¿Cuál es la capacidad que tiene Nueva Zelanda para generar energía renovable?

David: En el caso de Nueva Zelanda, su potencial está en la energía eólica. Argentina por su parte tiene potencial para generación por paneles solares. Por la cantidad de radiación solar el clima aquí es mucho más apto que el de Nueva Zelanda. Actualmente en la compañía estamos desarrollando un departamento de investigación de energías renovables.

¿Cómo ven al resto del mundo en materia energética?

Richard: La experiencia más avanzada es Austria y Alemania, países que casi no tienen sol y sin embargo, recuperan más de la mitad de lo que consumen en energía solar. En Austria, por ejemplo, se cambian los vidrios del hogar, de doble a triple separación, con un crédito del gobierno que se financia solamente con el ahorro energético que se genera en cada casa. No se piensa en ahorrar, sino en reponer la energía que usan. Es un pensamiento distinto; ellos ya han pasado etapas de eficiencia para enfocarse ahora en el reemplazo de lo que se usa. Esto tampoco significa generar dinero para uno mismo. Es un pensamiento que necesita de infraestructura, medidores inteligentes y diferentes cuestiones.

¿Cómo ven el futuro de Argentina en materia energética?

David: El potencial es impresionante. Primero por la radiación del sol y segundo porque estamos en la etapa inicial de todo el proceso.

Richard: Necesitábamos del sinceramiento de las tarifas porque estábamos subsidiando un derroche. Políticamente no es muy correcto decirlo, pero al sincerarlas después se puede arrancar desde esa base. El derroche es siempre peor que pagar una tarifa alta.

David: Este es el secreto. Se necesita una visión total de país que implique un acuerdo entre gobierno, industria y la gente en la calle. Todos comprometidos e interesados.



¿Cómo funciona el grupo en base a Hidrógeno - agua - biodiesel?

El principio de funcionamiento de dicho proyecto consiste en una transformación físico-química a partir de placas que generan hidrógeno y oxígeno, con aporte de energía eléctrica. Estos equipos trabajan con hidrógeno a requerimiento, no comprimido. A medida que el equipo requiere hidrógeno, éste se produce a través de la hidrólisis de agua, separando atómicamente hidrógeno y oxígeno.

Estos elementos una vez separados son enviados mediante unas cañerías al múltiple de admisión de aire del motor del grupo electrógeno; eso cambia la relación de combustión y genera un ahorro en cuanto al combustible que ese motor está utilizando.

Estos equipos, por un lado, se alimentan de energía de la batería del grupo sobre el que están trabajando y, por otro lado, disponen de cañerías que sacan el hidrógeno y oxígeno atómico.

La solución de agua que se utiliza para el funcionamiento de este equipo contiene algunos aditivos para mejorar la producción de hidrógeno y oxígeno de la misma. Esta agua requiere ser desmineralizada para no arruinar las placas que hacen a la producción de hidrógeno y oxígeno.

Nueva Zelanda y la experiencia en medio ambiente
David: En Nueva Zelanda la concientización del tema es del Estado, de las empresas, y los mismos ciudadanos. Mis hijos en la escuela, tenían un ejercicio que implicaba llevar tres papeles que habían encontrado en la calle. La idea era entender el concepto de “limpiar el país”. Sinceramente, hace 30 años atrás no había papeles tirados y para cumplir tenían que hacer trampa rompiendo hojas de diarios que estaban en nuestra casa.

Richard: Para ese entonces, en mi escuela existían tambores para depositar latas de aluminios y el aula que juntaba más latas recibía un premio.

Después de 30 años de haber llegado a la Argentina. ¿Cuál es su opinión?
David: Hay progreso, ahora estamos teniendo este tipo de charla…

Richard: En los “países desarrollados”, el político piensa de verdad por su país, y no para su propio proyecto político. En Argentina hay egoísmo político, para no decir corrupción, que también hay. Si todo el mundo no está pensando para el país, todo se complica.