La Sustentabilidad es la posibilidad de un sistema de subsistir, utilizando los recursos naturales de modo que no se agoten y haciendo que los residuos no contaminen el ambiente o lo hagan mínimamente, de modo tal que puedan ser procesados naturalmente.

En relación a edificios, se han desarrollado distintas Certificaciones de Sustentabilidad, tales como LEED en Estados Unidos, BREEAM en Gran Bretaña, HQE en Francia y AQUA en Brasil. En Argentina no existe aún tal certificación, siendo la primera de ellas (LEED) la más empleada. Esta certificación establece en primera instancia, criterios de Preclasificación, -los cuales deben cumplirse aún antes de que comience a analizarse el proyecto, tales como: prevención de la contaminación ambiental debida a la construcción, nivel mínimo de eficiencia energética, gestión adecuada del uso de gases destructores de la capa de ozono, almacenamiento y recolección de materiales reciclables, nivel mínimo de eficiencia de la calidad del aire interior.

Luego de esta preclasificación, deben cumplirse condiciones básicas para que le sea acordada una de las siguientes clasificaciones de Edificio sustentable: Certificación, Plata, Oro o Platino. Estas clasificaciones se basan en la obtención de un puntaje total, suma de puntajes individuales. Los criterios más significativos son: usos eficientes de la energía, del agua y de los materiales de construcción, emplazamiento sostenible y calidad del aire interior. También otorga puntos por innovación en el diseño del edificio.

Para que los edificios se aproximen a la Sustentabilidad (aunque aún en el caso Platino no se logra la situación ideal), en los últimos años ha aparecido una nueva certificación que se denomina: Desafío del Edificio Vivo, más allá de LEED (Living Building Challenge, beyong LEED), la cual ha sido propuesta por el Instituto Internacional de Vida Futura (International Living Future Institute, living-future.org).

El Desafío del Edificio Vivo es la certificación más rigurosa a nivel mundial. Es necesario analizar no sólo la parte exterior del edificio (envolvente), sino también el consumo interno y las relaciones con el ambiente y con la comunidad. Estos edificios producen más energía de la que consumen y colectan y tratan toda el agua en el sitio. Son saludables, dan más de lo que toman del ambiente y crean un impacto positivo en los sistemas naturales y humanos. Para obtener la certificación, debe verificarse al cabo de un año si las prestaciones en energía, agua, calidad, etc, efectivamente cumplieron con las especificaciones del diseño inicial.



Un edificio que ha obtenido la certificación Living Building Challenge es el Laboratorio de Energía de la Academia de Preparación Hawaii, de Estados Unidos, el cual ha sido diseñado especialmente para el estudio y la investigación de las Energías renovables. Es del tipo de Edificio de Energía Neta Cero (produce tanta energía como la que consume) y está destinado a formar la próxima generación de jóvenes, en la comprensión de Sistemas vivos sostenibles y ambientalmente responsables (referencia: www.hpa.edu/academics/energy-lab).



Green Office Meudon, cerca de Paris, Francia, es el primer edificio de oficinas de energía positiva. Este tipo de edificios produce más energía de lo que consume, exportando el exceso. Posee 4200 m² de paneles solares fotovoltaicos, aprovecha la energía geotérmica y usa biocombustible a partir de la biomasa aceite de colza, cultivada cerca de Paris, que no compite con alimentos. En su primer año de operación, generó un exceso de 6.1 KWh/(m2.año) de energía por unidad de superficie, superando en 4.1 KWh/(m2.año) el valor de diseño (referencia: www.green-office.fr/en/comment-ca-marche/production-d-energies-renouvelables).