La fundadora del comedor Los Piletones, de Buenos Aires, compartió su experiencia en una disertación en la Asociación Empresaria de Rosario. Se refirió a la importancia de fomentar la cultura del trabajo para reducir la pobreza

Margarita Barrientos nació en Añatuya, Santiago del Estero. Se crió en el campo, en el monte, en una familia humilde. Luego se trasladó a Buenos Aires, donde fundó el comedor social Los Piletones en el año 96. Comenzó alimentando a 15 personas hasta llegar a 3000 personas aproximadamente. En su paso por la Asociación Empresaria de Rosario, en marzo pasado, dio una charla sobre el rol social de los comedores comunitarios, donde compartió su experiencia y dio su punto de vista sobre la situación actual del país.

“Empezamos en el año 96, todo era precario en ese entonces, teníamos un horno de barro y hacíamos mucho sacrificio. Comenzamos alimentando a 15 personas, algunos llegaban mal dormidos y drogados. Y hoy además de dar de comer, tenemos guardería, biblioteca, centro de salud con farmacia, taller de costura”, contó Barrientos, quien dijo que su sueño es terminar el centro cultural, una radio, donde los chicos se expresen con el arte.

El comedor que ella creó, Los Piletones, nace en 1996 frente a la realidad de quienes sufrían la pobreza. Una iniciativa que llevó adelante junto a su marido Isidro Antúnez, residentes de la villa Los Piletones. Fue sólo el inicio de una serie de obras posteriores que hoy conforman la Fundación Margarita Barrientos. Desde 1996 a la actualidad, chicos, madres y ancianos se acercan a Plumerillo 3995 (Villa Soldati, ciudad autónoma de Buenos Aires) para desayunar, almorzar, cenar y ser atendidos en sus necesidades.

Movilidad Sustentable

Fundación

La Fundación cuenta también con el centro de salud Angela Palmisano, centros de primera infancia, el centro de día para adultos mayores “José Silva”, biblioteca, taller de costura, panadería, centro polideportivo, orquesta infantil de música y centro de atención a víctimas de violencia. Además en Santiago del Estero, en la localidad de Añatuya, ha construido y gestiona una nueva sede, donde funciona un comedor, un hogar de ancianos y consultorios médicos.

En Añatuya, comentó, están necesitando más medios de transporte para trasladar los alimentos y las cosas que necesitan.

También habló sobre la importancia de fomentar en el país la cultura del trabajo para que haya menos pobreza. En ese sentido, considera hay mucho por hacer pero la situación puede mejorar. “Es un año difícil. La inflación está, nuestro presidente tiene mucho que trabajar. Que la gente se entere lo que pasa en el país: hay hambre, hay necesidad, falta de trabajo, la salud no llega. Creo en este gobierno y vamos a estar bien. Los argentinos somos solidarios pero siempre tenemos que dar lo que nos duele, no lo que está para tirar”, opinó.

Quienes quieran colaborar con esta obra pueden llamar al: (011) 4919-1333.