Por Ing. Martín Almiña

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Sostenibilidad, la habilidad de sostener. Se aplica a todo ¿verdad? Podemos sostener una vivienda, un trabajo, una familia, una relación. ¿Y una sociedad? ¿Y una especie entera?

A nosotros los industriales nos encanta la gran escala, nos encanta pensar como ésta fórmula, forma o receta que descubrí en la cocina o taller de casa, puede llegar a todos los hogares de mi comunidad. Como puedo mejorar este proceso para ahorrar miles de miles y traerle abundancia a mi gente. ¿Qué mejor forma de sostener un negocio que haciéndolo a gran escala? preguntaría un industrial.

Ahora, un momento, también sabemos que mejor fallar chico que fallar grande. Primero es más seguro hacer una tirada chica, una prueba piloto, y probar. Nosotros, en el mundo digital, le llamamos, crecer orgánicamente.

Hasta acá, nada tan novedoso, sin embargo para que un proceso o producto sea verdaderamente sostenible, la entrada debe ser aproximadamente igual a la salida. Esto quiere decir que los nutrientes (y porque no la microbiología) del suelo antes y después de una explotación deben ser similares, en cantidad y calidad. Lo mismo si extraemos madera, o cualquier otro recurso renovable.

Ahora, ¿Que sucede con aquello que los ecosistemas no nos pueden devolver en una temporada o en unos pocos años?

A la hora de extraer un recurso no renovable, como por ejemplo un mineral, mayor aún es nuestra responsabilidad para ciclarlo, mantenerlo en movimiento, justamente porque estamos tomando algo que ya difícilmente vamos a poder devolver.

Sostener a fin de cuentas tiene que ver con igualar, con igualar el dar y el recibir, y es aplicable a casi todo. Si en mi trabajo mis dones y habilidades son reconocidos a cambio de una buena paga, ese intercambio es sostenible. Si la paga que le doy a mis proveedores me vuelve en forma de materia prima de calidad, ese intercambio es sostenible. Si los productos que le entrego a mis clientes son duraderos y por eso ellos me pagan bien, ese intercambio es sostenible. Se sostiene, solo.

Desarrollar la habilidad de sostener, nos puede llevar una vida, requiere de muchos dones y habilidades puestas en práctica. Reconozco las limitaciones con que los Argentinos nos encontramos a la hora de hacer en este país, sin embargo, dejenme decirles, ser sostenibles, es posible.