Por Abogado Iván L. Schuszter

Podría ser un buen resumen de esta idea una frase bastante popular…“A grandes problemas, grandes soluciones” y para que haya grandes soluciones deben tomarse grandes decisiones.

Cuando uno va detrás de lo que desea, dicen los optimistas que siempre se consigue, mientras que los pesimistas son de la idea que solo depende de la suerte y la suerte es algo que no depende de uno, y claro, son pesimistas, entonces habitualmente no ven a la suerte de su lado.
Yo me ubico dentro del primer grupo, soy un convencido que si uno tiene un rumbo claro y sabe donde se quiere llegar es casi un hecho que eso va a ocurrir. Uno se encontrará con muchas circunstancias o contextos poco favorables, o quizás con dos tipos de “suertes”, puede haber de las buenas y de las malas, de las buenas solemos no acordarnos o no valorarlas, solo nos fijamos en las malas, pero así y todo ellas pueden desviarnos un poco de nuestro objetivo pero no deberían hacernos perder el objetivo definitivamente.

Cuando nos ponemos a evaluar que es lo mejor que podemos hacer para conseguir nuestro objetivo nos vamos a basar en experiencias, intuiciones, conocimiento y demás factores pero todo debería apuntar a lo que deseamos. Así es como uno, en su vida profesional en ocasiones se encuentra ante empresas en donde aun no han definido que es lo que quiere hacer de su futuro, a que aspiran, en donde quiere posicionarse o lo que es peor a veces nos encontramos con empresas totalmente resignadas a estar perdidas. Lamentablemente no es raro escuchar que la decisión o el objetivo de una empresa es pagar la multa antes que evitar la infracción. Es decir, trabajan para tener una caja chica que les permita afrontar el costo de una multa.

Hay empresas que ya han caído en ese agujero del que solo se sale con un cambio brusco de dirección, con una decisión seria de ir a buscar una posición diferente, en donde solucionar los problemas de fondo sea la regla.

Seguramente coincidimos todos que no es fácil, son decisiones que cuestan mucho trabajo, pero siempre es el momento empezar a hacer las cosas bien, de ponerse un rumbo fijo y claro que permita que la empresa reciba una inspección de una autoridad ambiental empezando a sentir que solo será una visita de la autoridad y que no implicará por sui misma un gasto.

Podría ser un buen resumen de esta idea una frase bastante popular…“A grandes problemas, grandes soluciones” y para que haya grandes soluciones deben tomarse grandes decisiones.