Mientras los científicos de diferentes universidades e institutos de todo el mundo trabajan sin cesar en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus, la única alternativa que la sociedad tiene contra la pandemia del covid-19 es el cumplimiento del distanciamiento social y las medidas de prevención sanitarias que propuso la Organización Mundial de la Salud.

De esta forma, la movilidad de las personas en los transportes públicos se convirtió en una problemática de los gobiernos y los ciudadanos. Según una encuesta de la consultora Adecco, realizada a 3320 argentinos en abril pasado, el 42% de los entrevistado consideró que el colectivo es el transporte público más inseguro a la hora de pensar en un contagio de coronavirus, el 37% interpretó que es el subte, un 15 el tren y un 1 por ciento el taxi.

En Rosario, la cantidad de pasajeros que se subieron al Transporte Urbano de Pasajeros cayó considerablemente desde que comenzó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), el pasado 20 de marzo. Según los datos brindados por la Secretaría de Movilidad de la Municipalidad, la mejor jornada, en cuanto a números de personas que se subieron a una unidad del TUP, fue el 14 de agosto con 115.344 viajes, 275989 menos que el 13 de marzo (el mejor día antes de la cuarentena). Desde que se decretaron nuevas restricciones en la región sur de Santa Fe, el servicio público masivo nunca superó los 73 mil pasajeros.

Cortarramas

A diferencia del TUP, la utilización de vehículos unipersonales sustentables, como bicicletas comunes o eléctricas y monopatines, creció desde que se decretó la pandemia por el coronavirus en el mundo y la cuarentena obligatoria en el país.

En los primeros días del mes de agosto, en promedio, se incrementó un 360% la cantidad de ciclistas que circularon por las ciclovías temporarias en hora pico. Y al comparar los meses de julio y agosto, el crecimiento fue del 110%, según los datos oficiales del municipio.

Por otro lado, un estudio impulsado por el Observatorio Social del Transporte (OST), relevó que el 41% de los rosarinos utiliza la caminata como medio de transporte, el 28% el auto o la moto particular, y solamente un 4% se subió a un colectivo. Antes del inicio de la cuarentena, el 41% de los encuestados utilizaba el Transporte Público de Pasajeros y solo el 7 por ciento se movilizaba a pie.

Asimismo, tanto antes como durante el ASPO, el 6 por ciento de los rosarinos consultados utilizaron movilidad particular sin motor (bicicletas, patines, rollers, etc) y un 1% se abocó al sistema Mi Bici, Tu Bici.

El relevamiento fue realizado por la consultora Inmediata, entre el 28 de julio y el 4 de agosto, sobre 389 rosarinos mayores de 18 años, de una población estimada en 800 mil.

Sin dudas, la tendencia de los ciudadanos de abandonar los transportes masivos para optar por alternativas particulares y sustentables se profundizó a partir de la pandemia del coronavirus y podría convertirse en el primer capítulo de un cambio de hábito que se consolide en el futuro inmediato.

Vehículos eléctricos unipersonales, una tecnología que llegó para quedarse

“Creemos que la movilidad eléctrica llegó para quedarse, y se va a ir masificando hasta llegar a los otros medios de transporte como el ómnibus y autos”, señaló Juan Martín Savage, gerente de Ventas y cofundador de Rodar Electric, en diálogo con Industria Ambiental. “Como fue el celular en su momento, que se incorporó a nuestra vida como una nueva tecnología, a medida que la gente vaya sumando el vehículo eléctrico unipersonal a su rutina no lo va a dejar más”, explicó el emprender platense, y agregó: “Yo tengo auto, pero prefiero venir en la bicicleta eléctrica a trabajar. Viajo de otra manera, gano tiempo y no me estreso, es un momento de relajamiento”.

La empresa Rodar Electric nació en el año 2014, con la finalidad de desarrollar soluciones de movilidad sustentable y ecológica para distintos escenarios y necesidades. Desde entonces, y a partir del lanzamiento de la VR (la primera Bicicleta Eléctrica de Latinoamérica) se dedican a la fabricación y comercialización de vehículos eléctricos unipersonales de alta calidad, confiables y acordes a las necesidades del cliente.

“Es un medio de transporte revolucionario, el de la rebeldía, por el cual no tengo que pagar impuestos y no tenés que usarlo con dinero en el bolsillo”, comentó Savage, en relación a las ventajas económicas en la utilización de una bicicleta eléctrica con respecto a otros vehículos personales como el automóvil o la motocicleta. “Por ahora no hay que pagar patente ni seguros obligatorios, así que es un momento para aprovechar. Aunque si hubiera que pagar algún tipo de impuesto o responsabilidad civil obligatoria, el uso va a traer muchos más beneficios que no usarlo”.

Regulación de vehículos eléctricos, una cuenta pendiente

La regulación de los vehículos eléctricos unipersonales es una materia pendiente de los concejales de la ciudad de Rosario. En octubre de 2019, el por entonces concejal de Juntos por el Cambio, Gabriel Chumpitaz, había presentado un proyecto de ordenanza que buscaba regular la circulación de dispositivos de movilidad personal en la ciudad y resguardar con especificaciones técnicas la seguridad de los usuarios y del resto de los actores de la movilidad urbana.

La iniciativa presentada por el ex edil definía a estos "dispositivos de movilidad personal" como "vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos", que solo pueden "estar equipados con un asiento si cuentan con sistema de autobalance". De esta forma, las bicicletas eléctricas eran contempladas por este proyecto.

Por su parte, en noviembre de 2019, el concejal Lisandro Zeno ingresó al Palacio Vasallo una propuesta, similar a la de Chumpitaz, para el ordenamiento del tránsito, a través de reglas de circulación, seguridad y protección en el uso de monopatines eléctricos y otros dispositivos de movilidad personal.

El proyecto del edil del PDP se elaboró pensando en la "ecomovilidad", con una medida local concreta para seguir fomentando el uso de medios no motorizados, teniendo en cuenta que los monopatines eléctricos o bicicletas eléctricas son parte de un "nuevo tipo de movilidad diferenciado de los medios tradicionales". 

"Este nuevo medio de transporte no emite dióxido de carbono durante su uso, es más eficiente que el automóvil, no provoca tráfico, es rápido, silencioso, versátil y supone una novedosa solución para los actuales problemas movilidad urbana", indica en el proyecto.

Crisis es oportunidad

Muchas actividades comerciales e industriales se vieron afectadas por el congelamiento de la economía nacional y mundial por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, algunos sectores encontraron una oportunidad dentro de la crisis y pudieron crecer o mantenerse en épocas de vacas flacas. 

“Durante esta pandemia hemos contratado gente, hemos vendido bien y estamos lanzando nuevos productos, como una línea de monopatín y una bici plegable nueva que está hermosa”, comentó el gerente de Ventas de Rodar Electric y agregó: “Nosotros crecimos y nos mantuvimos en ventas. Pero hubo muchas cosas detrás, como devaluación de la monda y complicaciones para importar”.

En cuanto a los motivos por los cuales la situación del sector no decayó durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), Savage consideró que más allá de los beneficios económicos o ecológicos de las bicicletas eléctricas los nuevos clientes priorizó este tipo de vehículo para no compartir el transporte con otra persona que podría estar contagiada de coronavirus. “El beneficio principal, por la pandemia, es no viajar con otro”, remarcó.

Rodar Electric cuenta con cuatro tipos de vehículos en su catálogo: VR, Time, Sport y Ge Road. Cada vehículo varía su precio según la potencia de su motor y la durabilidad de su batería, entre otros detalles. En tanto, todos los modelos de la empresa pueden ser utilizados como bicicleta tradicional. “Nuestro slogan es ‘llegá al trabajo sin transpirar y volvé haciendo ejercicio’, ahí está la respuesta a lo que la gente se pregunta”, indicó el cofundador de la firma y afirmó: “Para nosotros la bicicleta es un vehículo casi perfecto para las ciudades, y la bicicleta eléctrica llegó para terminar de perfeccionarla”.

Respecto al futuro cercano del sector y el país, el empresario comentó: “Hay un contexto donde para poder vender, la gente tiene que estar dispuesta a comprar; por eso necesitamos que a la gente le vaya bien”. “Los proveedores están bastante desabastecidos, por los meses con muchas restricciones para la importación y fabricación, tendría que haber algún tipo de apoyo estatal para mejorar la situación. Nosotros tenemos fe, siempre, en el futuro”, manifestó.

Baterías, un recurso finito 

Las baterías son fuentes de energía portátil que transforman la potencia química en eléctrica. Estos  dispositivos, que tienen un tiempo determinado de uso, contienen metales pesados y compuestos químicos, muchos de ellos perjudiciales para el medio ambiente. Por esto, el 29 de noviembre de 2006 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 26184 para regular el tipo de pilas y baterías que pueden salir a la venta y cuál es su tratamiento luego finalizar su ciclo de vida útil.

Según publicó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en su web oficial, las empresas que se dedican a comercializar baterías están obligadas a recibir los dispositivos de energía portátil que sus clientes ya no utilizan para llevarlas a un lugar de reciclado.

“La batería vencida la guardamos nosotros y después la descartamos con nuestro proveedores”, aclaró Juan Martín Savage, y comentó que la empresa implementó a partir de 2018 un Sistema de Gestión Integrado de Gestión de Calidad y Medio Ambiente basado en las normas ISO 9001 e ISO 14001 para mejorar su organización interna, ofrecer productos más confiables a sus clientes y continuar con su comportamiento ambiental sostenible.

Las fuentes de energía eléctrica de los diferentes modelos de Rodar Electric tienen una vida útil de dos a tres años, dependiendo del uso que cada ciclista realiza. 

Un futuro sustentable y ecológico

El 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.

Los Estados miembros de la Naciones Unidas, entre los que se encuentra Argentina, aprobaron una resolución en la que reconocen que el mayor desafío del mundo actual es la erradicación de la pobreza y afirman que sin lograrla no puede haber desarrollo sostenible.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11 de la Agenda 2030 establece: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Sin embargo, a cinco años de firmarse el compromiso gubernamental, las ciudades de América Latina presentan varias problemáticas (como la ambiental) derivadas de una rápida urbanización y falta de planificación estratégica urbana (en Argentina más del 90% de los habitantes del país se concentra en las ciudades). Esto afecta tanto a ciudades grandes como a las pequeñas y medianas de rápido crecimiento, como Rosario.

El concepto de ciudad sostenible plantea un camino que combina las dimensiones de la sostenibilidad del desarrollo, la transición justa de las fuerzas laborales y la generación de empleo acorde con economías de bajas emisiones, así como la gestión de los impactos ambientales de las actividades humanas.

Aunque los diferentes gobiernos nacionales todavía no pudieron cumplir con los objetivos ecológicos planteados en el Asamblea General de la ONU, el sector empresarial del país avanza a paso firme, y sin envidiarle nada a otras regiones, en la construcción de una movilidad más sustentable.

“No estamos atrasados como en otras tecnologías, estamos a la par”, aseguró el gerente de Ventas de Rodar Electric, al comparar las bicicletas eléctricas que se fabrican en el país con las importadas, y ejemplificó: “El Ge Road, un producto nuestro que convierte cualquier bicicleta en eléctrica con un kit integrado (batería, motor y controlador sin cable), recién llegó a Europa y nosotros lo tenemos hace tres años”.

Además de la firma oriunda de La Plata, otras empresas nacionales, nucleadas en la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos, intentan promover el desarrollo y la adopción generalizada por la sociedad y los mercados de vehículos eléctricos y alternativos a los de combustible fósil y en general a todo sistema alternativo de movilidad y transporte en el marco del desarrollo sustentable a largo plazo.

“En constantes viajes que hacemos por el mundo dejamos la vara de la actualización de bicicletas eléctricas bien alta”, afirmó Juan Martín Savage y explicó: “Como es un rubro de pymes, y no de grandes automotrices, permite esta capacidad de adaptación. Argentina tiene hoy los últimos productos que están en el mundo”.