Por Santiago Baraldi
santibaraldi@gmail.com

¿Cómo saber si nuestra vivienda es sustentable? ¿Cómo verificar a la hora de comprar, alquilar o construir una casa, que ésta cumpla con los requisitos básicos para contar con energía útil?

 

Para ello, desde el próximo mes de marzo, la provincia de Santa Fe, llevará adelante una política inédita en el país y que tendrá como prueba piloto a la ciudad de Rosario: el Etiquetado de Eficiencia Energética para viviendas. Desde la Secretaria de Estado de Energía de la provincia, se convocó al arquitecto alemán, Richard Franken, quien trabajó muchos años como certificador en su Heidelberg natal y aseguró que “en Alemania, por ejemplo, hemos logrado ahorrar el 50 por ciento de energía haciendo cambios necesarios en casas antiguas. El profesional llegó para capacitar a sus pares de los Colegios de Arquitectos, Ingenieros y de Maestros Mayores de Obra, quienes inspeccionaran las primeras 500 viviendas en nuestra ciudad. (ver recuadro)

“En mi país hace 15 años que trabajamos sobres casas viejas que no tienen referencias para sacar provecho del usos de energías renovables, por ello es importante el certificado. El gobierno alemán fomenta esto, incluso hay líneas de crédito para poder mejorar las viviendas”, explicó Franken de amplia trayectoria en mediciones energéticas de inmuebles. El licenciado en Arquitectura de la Universidad Técnica de Berlín e Ingeniero licenciado en planificación urbana y regional se sumó el pasado 16 de enero a trabajar en la Secretaría de Estado de la Energía de la Provincia de Santa Fe.

Junto al especialista, el asesor técnico de la misma secretaría, Roque Stagnitta, agregó que “en 2016, el Ministerio de Energía de la Nación vio con muy buenos ojos, lo que se estaba haciendo en nuestra provincia en el tema, ya que Santa Fe es pionera en energías renovables. En un dialogo maduro a nivel político, se realizó una mesa de trabajo con organismos nacionales como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), la Comisión de Energía Atómica y el Ministerio de Energía y la provincia de Santa Fe, desde ese mesa de trabajo nacional, coordinar la implementación del sistema de etiquetado en todas la provincias”.

Consultados sobre cuáles son los puntos salientes al momento de realizar una certificación en un inmueble, los profesionales señalaron que hay tres puntos sobresalientes: “es importante la orientación de la vivienda, verificar instalación de la calefacción e aires acondicionados, agua caliente y ventanas, como así también las emisiones de gas”. Si bien hay una creencia que lo más importante es la calidad de luz que hay en la casa o el consumo de los electrodomésticos, los certificadores toman nota de la fachada de la casa, su altura, observa si hay edificios linderos o árboles que proyecten sombra; medición de la vivienda, paredes, tipo de cerramiento de las ventanas; se solicita al propietario que facilite información sobre el tipo de calefacción o refrigeración para conocer su eficiencia y el consumo de los mismos.

“Una vez que se tomaron los datos de la vivienda, el responsable técnico los analiza e introduce los datos en un software para hacer un cálculo simple de certificación energética que tendrá una calificación de la letra ‘A’ a la ‘G’”, describe Franken. Finalmente, el profesional podrá aconsejar al morador algunos cambios o mejoras “como por ejemplo, puede ser desde poner un toldo, una persiana, cambiar alguna estructura, aislar una pared o instalar determinado calefón o aire acondicionado. Esto también brindará al profesional que realice la visita, cómo son las paredes, cómo es el techo, cómo son la aberturas y también con qué tipo de equipamientos cuenta ya que puede ser una casa con buena estructura pero con equipos ineficientes”, apuntó Stagnitta.

Una vez certificada la vivienda, éste documento tendrá una validez de 10 años y en un futuro, desde la provincia, no descartan créditos blandos para que el propietario pueda lograr las mejoras y cambios que el profesional le indique. “Como en este primer paso no es obligatorio, se invita vía mail, a que su casa sea evaluada, que tengamos una radiografía de la misma, se establecen prioridades y a partir de allí ver cómo ayudar con la financiación”, dijo el funcionario quien agregó además que “el objetivo principal de la provincia es dar una garantía para quien vaya a comprar o alquilar una casa. Cuando uno va a una inmobiliaria pregunta cuánto cuesta el alquiler, cuánto paga de expensas, dónde está ubicado y ahora podrá pedir qué tipo de etiqueta de eficiencia energética tiene. En el futuro, el compromiso de la provincia, en la construcción de viviendas sociales es que cumplan con mínimos de eficiencia. Esto se hará de una manera progresiva, donde es indispensable fomentar e incentivar que la gente tome el compromiso de vivir de manera sustentable,” concluyó.

PRUEBA PILOTO
Desde la web de la provincia se invita a los primeros 500 interesados a participar de la prueba piloto del etiquetado de eficiencia energética a través de www.santafe.gov.ar/etiquetadodeviviendas. “Queremos que se anote gente que viva tanto en casa viejas, nuevas, departamentos, que sean de diferentes barrios de la ciudad. En ese link la gente carga los datos de su vivienda, teléfono, mail de contacto y el profesional se comunicará para coordinar la visita. Esta ‘inspección” lleva entre un hora y media o dos y lo interesante para los profesionales de los Colegios de Arquitectos, Ingenieros y Maestros Mayores de Obras es que en caso que haya que hacer mejoras o cambios en las viviendas, ellos mismos podrán aconsejar y ponerse de acuerdo para los trabajos; es decir que también generará empleo”, explicó el asesor técnico de la Secretaría de Estado de Energía de la provincia, Roque Stagnitta quien agregó que el proyecto se financia a través de un acuerdo con la Nación, “que pondrá el dinero con fondos de una donación del Banco Mundial”.


Del nuevo Etiquetado Energético a la Rehabilitación Energética de viviendas

Por Natalia Feldman
natalia@estudiofeldman.com.ar

 

Rosario y su Municipalidad mostraron el primer avance del país en materia de Eficiencia Energética en las construcciones, aprobando la Ordenanza n°8757 en el año 2011 y su Decreto Reglamentario N° 985 del año 2013, que en la actualidad se encuentra vigente y abarca nuevas edificaciones de más de 1000 m2 de superficie. Esta reglamentación exige valores mínimos de aislación térmica en paredes, techos y ventanas.

Hoy estamos presenciando un esfuerzo en conjunto entre Nación, Provincia y Municipalidad para llevar adelante una prueba piloto de Etiquetado Energético destinado a viviendas, que nos podrá anticipar un consumo de energía anual, el cual quedará inscripto en el Registro de la Propiedad, y será un parámetro importante en la futura elección de nuestros inmuebles, ya sea para compra o alquiler, a estrenar o existente.(1)

Dado que el porcentaje de obra nueva que incorpora las mejoras en su envolvente es reciente y significativamente menor a todo el parque edilicio construido, energéticamente obsoleto, este etiquetado nos brinda el incentivo de llevar adelante lo que se denomina “Rehabilitación Energética” con el fin de obtener una categoría más eficiente y con ello un mejor posicionamiento en el mercado inmobiliario. La rehabilitación no sólo genera ahorros, sino que mejora la calidad de vida de los ocupantes, ya que las actualizaciones deben ir dirigidas tanto a la envolvente como a las instalaciones interiores, es decir, tanto a mejorar la aislación térmica de fachada, cubiertas, ventanas y pisos, como a mejorar las instalaciones de calefacción, refrigeración, iluminación, provisión de agua caliente sanitaria e incluso a la posibilidad de incorporar energías renovables a nuestro consumo cotidiano.

Uno de los sistemas más utilizados a nivel mundial para intervenir en la rehabilitación energética de fachadas y medianeras es el llamado “Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior” (SATE). Dicho sistema presenta tres grupos de materiales: placas de poliestireno expandido (EPS) como aislante térmico, fijaciones para asegurar la unión al muro soporte y revoque exterior para proteger de las solicitaciones climatológicas, mecánicas, químicas y dar la terminación estética al conjunto. Como ventajas de este sistema frente a la aislación por el interior, podemos mencionar que para la obra de rehabilitación los usuarios del edificio no se verán obligados a desalojar la vivienda, ni a reducir el espacio útil interior. Además presenta la ventaja de corregir los “puentes térmicos” de modo que se evitan las paredes “frías” (encuentros entre paredes, columnas, vigas, losas y huecos), la falta de confort asociadas a ellas y sobre todo, el riesgo de formación de condensaciones tanto superficiales como intersticiales que traen consigo la proliferación de moho y la aparición de fisuras. En nuestro país, aunque aún no se conozca masivamente, el desafío de desarrollar SATE o EIFS (siglas en inglés), lo está llevando adelante una importante empresa que en breve ofrecerá un sistema completo para implementarlo.

 

Datos de interés:
Richard Franken, richard.franken@t-online.de
Especialista alemán, Lic. en Arquitectura de la Universidad Técnica de Berlín e Ing. en Planificación urbana y Regional

Ing. Roque Stagnitta, rstagnitta@santafe.gov.ar
Encargado de la Dirección de Eficiencia Energética de la Secretaría de Estado de la Energía de la Pcia. de Santa Fe