Con la pandemia del coronavirus y la necesidad de cumplir con el distanciamiento social, los rosarinos apostaron a la utilización de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad. Esta tendencia, que se inició en las primeras semanas del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), se consolidó en los últimos meses del 2020, con la llegada de los días cálidos y la flexibilización de la mayoría de las actividades en la región.


Tanto el municipio como las empresas que comercializan bicicletas pudieron notar este cambio de hábito en la circulación de los ciudadanos y comenzaron a tomar medidas para favorecer la apuesta de los ciclistas por un transporte más ecológico y sustentable.
Luego de una exitosa primera experiencia, la Municipalidad de Rosario puso en marcha, el pasado 6 de enero, la segunda etapa de ciclovías de emergencia. De esta forma, en el comienzo del 2021, se sumaron 17 kilómetros a la red ya existente, lo que permite extenderla un 37% más y alcanzar los 190 kilómetros en todo Rosario.

"Notamos que apenas se habilitan, los y las ciclistas se apropia enseguida del uso de esa ciclovía. Hay un gran crecimiento en la cantidad de bicicletas en estas calles. Tenemos el dato que creció en un 300 % la cantidad de ciclistas en las arterias en las que construimos ciclovías", señaló la secretaria de Movilidad, Eva Jokanovich.

Las nuevas ciclovías tienen la particularidad de conectarse con la red que ya es utilizada por los rosarinos. Por ejemplo, Ovidio Lagos, además de unir la costa hacia el sur, se conecta con la ciclovía de Pellegrini, de 27 de Febrero, con la de calle Rioja.
Estos tramos, que permiten conectar las ciclovías ya existentes entre sí, benefician a más de 10 barrios; tales como Luis Agote, A. Olmedo, Gral. J. de San Martín, Sarmiento, Lisandro de la Torre, Las Malvinas, Ntra. Sra. de Lourdes. De esta manera la red se amplía a las zonas de Arroyito, Parque, Centro, Echesortu y Pichincha.

Asimismo, en los próximos días se espera el avance en los siguientes tramos de ciclovías: Av. Sabin, desde Av. Alberdi hasta Sorrento; Ovidio Lagos, desde Aristóbulo del Valle hasta 27 de Febrero; Catamarca, desde Br. Oroño hasta Iriondo; Iriondo desde Santa Fe hasta Salta, y Santa Fe, desde Vera Mujica hasta Cafferata. También se iniciarán las obras en Cafferata, desde Salta hasta Santa Fe y desde San Luis hasta Av. Pellegrini y en Av. Alberdi desde Canning hasta Salta en su mano hacia el sur.




Las ciclovías temporarias generaron una mayor conectividad en la zona norte, oeste y noroeste, con 34 nuevos kilómetros, ampliando la red en un 25% y alcanzando un total de 173 km. Su implementación generó el crecimiento del uso de la bici sobre estas calles, tal es así, que en promedio se incrementó un 360% la cantidad de ciclistas en hora pico.

En algunas calles como San Juan y Br. Avellaneda, se quintuplicó la cantidad de bicicletas, con un aumento del 415% y 420% respectivamente. En hora pico, por San Juan pasaban anteriormente 35 bicis por hora mientras que hoy se pueden contar 180. En tanto sobre Br. Avellaneda, la relación es de 74 antes y 384 al poco tiempo de que se pintaron las ciclovías.

Esta forma de movilidad tomó mayor protagonismo y es notable el incremento de su participación en el flujo vehicular. Hace algunos años, del total de rodados que circulaban por las calles, las bicis solo representaban el 3% y hoy, con las nuevas ciclovías, ocupan en promedio el 13%, lo que demuestra un crecimiento de la movilidad sostenible.

Más bicis en la ciudad

El crecimiento en la cantidad de ciclistas que registró la Municipalidad de Rosario se pudo observar en el aumento de la demanda de nuevos rodados en las empresas del sector.
“En líneas generales se trabajó bien, tuvimos una alta demanda que no pudimos atender completamente por falta de materiales. Hubo una difícil situación en la adquisición de productos importados”, comentó Liliana, la titular de la tradicional fábrica de bicicletas Aita, en diálogo con Industria Ambiental.

Según explicó la joven empresaria, que se puso al hombro la histórica firma que fundó su padre hace seis décadas, la carencia de productos importados (como pedales, juego de dirección, levas) y nacionales (algunas medidas de caños, cubiertas y alambres para rayos), impidieron que la alta demanda de la temporada sea satisfecha.

“Se podría estar trabajando muchísimo mejor, pero hay productos que están faltando”, indicó y afirmó que algunos proveedores locales tienen una demora de dos o tres semanas en la entrega de productos, mientras que la materia prima internacional puede llegar entre 180 y 210 días después del pedido.

“La temporada alta para nosotros arranca después del Día del Niño y va creciendo de a poquito. En diciembre, por Navidad, tenés más demanda. Después la venta se mantiene hasta marzo y a partir de mayo se desacelera; ahí empezamos a trabajar otra vez para el próximo Día del Niño”, indicó la titular de Aita, y aclaró que el incremento de la demanda acompaña a las estaciones con climas cálidos (como la primavera y el verano) aunque en los últimos años la comercialización se mantiene en las épocas más frías del año.


Una demanda que supera fronteras

La tradicional empresa de ventas y producción de bicicletas fue fundada por Ernesto Aita, hace ya 60 años. El emprendimiento, que hoy tiene dos locales para venta minorista y mayorista en Moreno 2930 y Pellegrini 1684, fue creciendo de a poco hasta convertirse en un referente de la región. Hoy, con la nueva impronta que Liliana está aplicando en la firma, los horizontes de la empresa miran más allá de Rosario. “Nos han contactado de Chile, Uruguay y Perú par consultarnos por algunos modelos específicos, pero no podemos aceptar en este momento esa alta producción por la falta de materia prima, tanto nacional como importado”, indicó la titular de la compañía.

Aunque el contexto actual, con la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la pandemia del coronavirus, complicó el crecimiento en Sudamérica de la empresa, Liliana ve con buenos ojos el panorama pos pandemia. “Esto te pone pilas para modernizarnos y mejorar en algunos puntos”, comentó y adelantó que se encuentra en un proceso de cambio que incluye nueva estética para los locales, una página web actualizada y redes sociales activas.


Más ciclovías y seguridad para los ciclistas

En cuanto a la puesta en marcha de la segunda etapa de ciclovías de emergencia en Rosario, Liliana remarcó la importancia de continuar con la implementación de carriles exclusivos para las bicicletas y comentó: “La ciclovía de avenida Pellegrini me sorprendió, al principio la consideraba como una vía peligrosa por el tránsito que tiene, pero ahora la veo y hay cada vez más bicicletas. Por eso, creo que la de Ovidio Lagos va a funcionar”.

Además, la joven empresaria reclamó que las autoridades provinciales y municipales tomen medidas para “reforzar la seguridad para el ciclista” y evitar robos de rodados en la vía pública. “Si la gente tuviera mayor seguridad, se animaría más a usar la bici”, remarcó.
Por otro lado, la titular de Aita recordó una antigua propuesta que podría fomentar el uso de bicicletas en la ciudad: “Son pocas las playas de estacionamiento para poder poner la bici, por esto, se tiene que hacer algún centro especial para dejar la bicicleta, como se hace en Holanda”. “Tendría que ser un lugar de epicentro, para que te puedas mover por el resto del centro”, añadió y manifestó que hace varios años las autoridades locales le habían pedido opinión a su padre para instalar estacionamiento exclusivo de bicicletas en plaza Sarmiento.

En Rosario, la ordenanza 4052/89 y el decreto 34.039 establecen que las playas de estacionamiento (no cocheras privadas) de más de 30 plazas "deberán destinar el lugar equivalente a un vehículo grande para el estacionamiento gratuito de bicicletas".
Por último, Liliana vaticinó cuál será el escenario comercial para las empresas del rubro: “A medida que se vaya regularizando el ingreso de la mercadería al país y las empresas se vayan acomodando, esto va a ir mejorando paulatinamente”. “Creo que el uso de la bici va a seguir en aumento”, concluyó.