Desde que la crisis climática se coló en la agenda de los gobiernos y las empresas se generaron alianzas y acuerdos internaciones para solucionar esta problemática que afecta a todo el planeta. Sin embargo, el éxito de dichos convenios requiere, además de voluntad política, fondos suficientes para realizar las transformaciones necesarias para cumplir con los objetivos fijados en el Acuerdo de París.

Teniendo en cuenta este contexto, el sistema financiero vio surgir las finanzas sostenibles, una herramienta que incorpora a las finanzas tradicionales el criterio ambiental, pero también el social y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés).

Las finanzas sostenibles deben generar un impacto medible en términos económicos, sociales y ambientales. Es así como encontramos también términos como “inversión de impacto”, “inversión de triple impacto”, o “inversión responsable”, dependiendo del impacto positivo y medible en las dimensiones del desarrollo sostenible. Cuando hablamos de inversión de impacto se tienen que dar tres factores: Que exista la intencionalidad de generar un impacto positivo social y/o ambiental, un retorno real de dicha inversión, y la determinación de dar cuentas, de medir y transparentar dicho impacto.

Según Global Impact Investing Network (GIIN) el tamaño del mercado de inversión de impacto global -estimado a finales de octubre 2022- es de USD 1.164 billones. Según datos 2020 el 55% Mercados Desarrollados, 45% Mercados emergentes.

Las inversiones de impacto se encuentran en el centro del espectro de capital entre el riesgo y el retorno, es una forma de invertir no un “tipo” de inversión.  No hay que confundirlas con filantropía, ya que aceptan retornos financieros competitivos ajustados al riesgo, como las inversiones de enfoque tradicional  tiene como meta mitigar o reduce resultados negativos en las personas y el planeta.  Es decir, apuestan a que los negocios tengan un impacto positivo en el mundo y ayudar a mantener el retorno financiero sostenible a largo plazo.

Las finanzas sostenibles han generado un nuevo paradigma para la inversión y el financiamiento, han salido del sistema binario de medición de riesgo y rentabilidad para sumar al impacto social y medioambiental.
Es por eso que premiarlas permite darles visibilidad, hacerlas crecer y desarrollarse en pos de solucionar problemáticas sociales, culturales y ambientales.

Mirando el futuro verde

A partir del 2018, San Cristóbal Caja Mutual inició un camino de transformación con dos pilares fundamentales como guía: volver a los valores mutualistas, de ayuda recíproca, bien común y mirada federal; y desarrollar el propósito asociado al triple impacto en las finanzas sostenibles.

“Empezamos a hacer un proceso de relevamiento de cómo está el sector de las mutuales y cómo estaba San Cristóbal Caja Mutual en dicho espacio. Ahí vimos que teníamos oportunidades de mejora y crecimiento muy importantes”, comentó la Dra. María Nadeo, Gerente General de San Cristóbal Caja Mutual, en diálogo con Industria Ambiental.

En este paso que dio la mutual rosarina, logró la integración a instituciones que son importantes para la economía social y solidaria, articulando acciones con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM), y otras entidades de la economía social como federaciones, mutuales y cooperativas. Además, abrió un canal donde permite el acceso a productos financieros a través de acuerdos de reciprocidad con mutuales y cooperativa.

“Desde el lugar que ocupamos en el grupo de inversión de impacto para Argentina, pretendemos que las mutuales se sumen a poder medirse y tener indicadores de sustentabilidad sobre lo que ya están haciendo y, de esta forma, generemos una agenda de posibilidades hacia el futuro. Ese es nuestro deseo”, indicó la Doctora en Administración de la UNR.

La Mutual trabaja con y para sus asociados, en línea con la estrategia de Sustentabilidad del Grupo San Cristóbal, transitando la conversión de su core business a una mutual de triple impacto. Su objetivo es desarrollar las finanzas sostenibles como modelo de gestión.

En 2019, San Cristóbal Caja Mutual y el equipo de Sumatoria Asociación Civil desarrollaron el fondo SIGMA, un fideicomiso privado, con el objetivo de enriquecer el ecosistema emprendedor con impacto en lo social, ambiental y cultural.

Su propósito es financiar proyectos que generen impacto social, ambiental y cultural, negocios inclusivos, infraestructura socio-urbana y desarrollo cultural. A las tradicionales evaluaciones económicas y financieras se agrega una metodología para la medición de impacto que incluye aspectos de:

  • Gobernanza
  • Problemática atendida por el proyecto
  • Transparencia
  • Indicadores sociales y ambientales del proyecto

Luego de realizar varias sesiones donde se definieron los lineamientos del fondo y donde San Cristóbal Caja Mutual se constituyó como el primer inversor del mismo, el vehículo financiero comenzó a funcionar en 2020. Tras tres años complicados para el país, con una pandemia de por medio, el fondo ya lleva otorgados más de $45 millones en financiamiento.

“Empezamos a entrevistarnos con sectores del ecosistema del triple impacto y surge la posibilidad de pensar en un instrumento de inversión, donde San Cristóbal Caja Mutual sea el inversor líder de un fideicomiso que permita generar créditos directamente en organizaciones donde se mida el impacto de dicho préstamo”, explicó Nadeo, sobre los pasos previos a conformar el fondo SIGMA junto a Sumatoria.

Para poder llevar a cabo el proyecto, se conformó un comité técnico, un comité de crédito y otro estratégico del fidecomiso, con la asociación civil sin fines de lucro Sumatoria como administrador.
De los proyectos elegidos por el fondo SIGMA se puede destacar a la organización Pro Mujer que, con el financiamiento otorgado, impactó directamente en 1.000 mujeres para potenciar sus emprendimientos y generar un sostén económico en sus hogares.

Cooperativa La Choza de Buenos Aires quienes, por medio del fondo, pudieron producir más de 20.000 kilos de alimentos orgánicos y agroecológicos.
En Rosario, el grupo SIGMA otorgó un préstamos de tres millones de pesos a RECYCLART – GEA, una empresa que brinda solución a la cantidad de residuos generados y enviados a enterrar a un relleno sanitario, para la compra de máquina extrusora. De esta forma, la firma pudo realizar el pago de la máquina y ya se encuentran en etapa de producción. Esto les permitió transformar plásticos de un solo uso o plásticos que no pueden ser hoy aprovechados por la industria recicladora en madera plástica. Con esta nueva herramienta, la empresa va a reciclar, en un principio, 12 toneladas de plásticos, generando 10.000 kilos de madera plástica; que equivalen a la reducción de 10.000 kilos de madera extraída de la tala de árboles.

El Fondo Sigma representa aproximadamente el 10% del total de inversiones que tiene la Mutual en el mercado tradicional. Los procesos internos, la gobernanza del Fondo y los proyectos financiados marcan un hito para las finanzas sostenibles en Argentina.


Reconocimiento internacional

La Cámara de Comercio, Industria y Servicios Argentino Brasileña de la República Argentina (CAMBRAS) galardonó, en noviembre de 2021, a San Cristóbal Caja Mutual del Grupo San Cristóbal y Sumatoria Asociación Civil por sus acciones destacadas en la movilización de recursos en pos del desarrollo sostenible.

El premio cuenta con el apoyo institucional de la Embajada del Brasil en Argentina y de prestigiosas empresas promotoras de las finanzas sostenibles en la región junto con un jurado de alto nivel. Como criterios de evaluación se tomaron en cuenta la relevancia y los resultados mensurables, así como el impacto ambiental, social y financiero sostenible en el tiempo. Además, se hizo especial foco en las soluciones innovadoras a problemáticas vigentes que busquen construir un futuro más sustentable para toda la sociedad.

Futuro con finanzas sostenibles

Respecto a los proyectos a futuro de San Cristóbal Caja Mutual, la Gerente General comentó: “En los momentos de crisis, uno va preparando los motores para poder relanzarse más fuerte. Estamos tratando de hacer colocación de créditos productivos, mejorando los accesos”. “En paralelo estamos tratando de trabajar con algunos organismos para ver si podemos acceder a fuentes de fondeos subsidiadas que nos permita trasladar ese beneficio a tasas y lanzar nosotros líneas de financiamiento”, agregó Nadeo.

Además, la Doctora en Administración de la UNR indicó: “Tenemos acuerdos para proyectos en futuro de empezar a medir el impacto dentro de nuestra cartera”. “Desde el Grupo San Cristóbal, Caja Mutual aporta soluciones financieras las personas, familias, las pymes actores de la economía social como mutuales y cooperativas, micro emprendedores o empresas que se dediquen al triple impacto”, concluyó.

Dra. María Martha Nadeo Gerente General San Cristóbal Caja Mutual