En los últimos años, la sociedad y los diferentes gobiernos comenzaron a tomar conciencia sobre la importancia del adecuado manejo de los residuos que se generan a diario, tanto en los comercios e industrias como en los domicilios particulares.


Con el objetivo de adquirir hábitos más sustentables con el planeta, durante la Cumbre del G8, en junio de 2004, el Primer Ministro del Japón Koizumi Junichiro presentó ante el mundo la Iniciativa 3R (reducir, reutilizar, reciclar), con el fin de construir una sociedad orientada hacia el reciclaje y fomentar hábitos como el consumo responsable.

Este nuevo paradigma, que rápidamente fue aplicado por la mayoría de los países del planeta, consta de tres principios:

  • Reducir: se refiere principalmente a consumir menos (sobre todo productos plásticos) de forma más responsable y también a disminuir el gasto de agua y energía, ya que las fuentes actuales son altamente contaminantes.
  • Reutilizar: busca alargar la vida de cada producto. La mayoría de los bienes pueden tener más de una vida útil, ya sea reparándolos o utilizando la imaginación para darles otro uso.
  • Reciclar: rescatar un material que ya no sirve y convertirlo en un producto nuevo. Se reincorpora la materia prima al ciclo para fabricar nuevos productos sin necesidad de aumentar el gasto energético ni el volumen de residuos.

En el país, las compañías de logística (recolección y tratamiento de residuos) se fueron adaptando a las nuevas tendencias y políticas que buscan el cuidado del medio ambiente. Además, surgieron nuevas empresas, denominadas verdes, que tienen como objetivo principal la sustentabilidad y eficiencia en los procesos productivos.


Por su parte, los tres niveles del Estado (municipio, provincia y nación) vienen impulsando normativas, como la Ley Provincial 13055/2009 de “Basura Cero” o Ley Nacional 25916 de Gestión de Residuos Domiciliarios, en sintonía con la meta planteada por los líderes mundiales en 2004. Sin embargo, los objetivos que plantean las leyes todavía no fueron alcanzados y los proyectos a largo plazo ven su horizonte cada vez más lejos.


Residuos domiciliarios e industriales en pandemia

Desde el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia del coronavirus, el pasado 20 de marzo, la generación de residuos sólidos se transformó en una problemática más dentro de la emergencia sanitaria del país.

En el sur santafesino, a pesar de la cuarentena estricta que implementaron las autoridades provinciales, en coincidencia con la medida nacional, la producción de basura tuvo un equilibrio entre empresas y residentes.

Mientras la basura doméstica creció por la permanencia de los ciudadanos en sus hogares, los desechos provocados por industrias y comercios disminuyeron ante la suspensión de la mayoría de las actividades económicas en las primeras semanas del ASPO.

“Desde que comenzó la pandemia, solo en el primer mes hubo un incremento en la generación de residuos (menor, de todos modos) con respecto al año pasado. Luego, en cada mes se dio un acumulado menor, dando así un promedio menor a las 800 toneladas habituales de la ciudad por día. El mes más bajo fue junio, con un promedio de 732 toneladas diarias”, aseguraron desde Secretaría de Ambiente y Espacios Públicos de la Municipalidad de Rosario, en diálogo con Industria Ambiental. “Los motivos, es difícil saberlo a ciencia cierta, pero podemos aventurar dos factores: baja del consumo e incremento en la cantidad de personas que realizan trabajo de recolección informal, también ligado a la crisis económica”, agregaron desde el Palacio de los Leones.




Los residuos sólidos urbanos de Rosario se componen de 50% de orgánicos y 50% de inorgánicos no degradables, dentro de los cuales los plásticos representan un 60% del volumen total y un 30% del peso global.

Por su parte, Horacio Rapetta, apoderado de Séptima Región (empresa que brinda un servicio de disposición final de residuos sólidos urbanos e industriales compatibles) comentó que a lo largo de la cuarentena, no percibió un incremento en la cantidad de desechos domiciliarios que llegaron al predio de la ciudad de Pérez (provenientes de las localidades de Funes, Pérez, Acebal, Zavalla), pero sí detectó el descenso en la prestación de servicios a clientes particulares que tuvieron que suspender sus actividades por varias semanas.
“Cayó la recolección en bares, kioscos o comercios”, aseguró el socio gerente de 3R, y comentó: “No noté una cantidad mayor de basura. A nosotros nos incrementa la cantidad de residuos domiciliarios cuando es temporada turística en Funes y la zona, de la primavera hasta marzo”. También, la implementación del ASPO provocó que las casas de fin de semana de las localidades vecinas a Rosario queden deshabitadas por un tiempo, y por ende, la generación de basura en dichos domicilios sea nula.

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Cooperativas y microemprendimientos de reciclado

Los emprendimientos vinculados al reciclado de residuos sólidos urbanos fueron creciendo en la última década y se convirtieron en una herramienta importante para la inserción social de diferentes grupos asociativos (cooperativas, vecinales, grupos auto organizados, etc).

Las organizaciones formadas por cirujas, obreros, desocupados y mujeres que reclaman su lugar en el mapa productivo regional, expresan, desde sus conocimientos, habilidades y destrezas, el desarrollo de una economía circular y sustentable. En Rosario, se han vinculado más de 55 emprendimientos productivos que conectan entre sí a más de 120 grupos asociativos.

Asimismo, dos cooperativas, que nuclean a 90 familias, realizan trabajos de separación de residuos en el relleno sanitario de la ciudad de Pérez. “Les damos el lugar para que ellos reciclen y que se lleven lo que les sirve económicamente”, explicó el apoderado de Séptima Región, y remarcó: “Viven de esto desde hace años, son siempre los mismos (cerca de 90 familias) y no se deja entrar a otros”.

Generación de plásticos, un problema cada vez mayor

La generación de residuos plásticos sigue siendo uno de los principales problemas ambientales del mundo. Representan aproximadamente un 12 % de los residuos sólidos urbanos (RSU) a nivel mundial y si no se recolectan y gestionan adecuadamente seguirán contaminando los ecosistemas durante mucho tiempo.

En Argentina, según el Observatorio Nacional para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (2019), los residuos plásticos constituyen en promedio el 15 % de los residuos totales, variando entre un 9 % de mínima y un 21 % de máxima, según la localidad que se trate.
Cabe recordar, que cuando hablamos de plástico hacemos referencia a varios tipos de polímeros; materiales compuestos de moléculas orgánicas de alto peso molecular que derivan, usualmente, del petróleo.

Por su parte, la actividad agrícola nacional no está exenta de la reproducción de dicha problemática. Se estima que por año se generan alrededor de 70 mil toneladas de residuos plásticos provenientes de silos bolsas y envases de productos fitosanitarios, y no existe en el país una legislación concreta sobre el destino que deben tener dichos desechos.

Con la intensión de buscar una solución concreta ante esta problemática ambiental, la Asociación de Cooperativas Argentinas, junto a sus Cooperativas asociadas, construyeron una Planta de Recupero de Residuos Plásticos; una iniciativa que tuvo sus génesis en 2014 y que comenzó a funcionar hace tres años. La planta, ubicada en el parque industrial de Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe, se encuentra equipada con tecnología europea (italiana y alemana) de última generación para el reciclaje de 7 mil toneladas de plástico por año, una escala igual y equivalente a la cantidad de residuos (silos bolsas usados y bidones de agroquímicos vacíos) que las cooperativas de ACA y sus productores asociados generan.

La Planta de Recupero de Residuos Plásticos de ACA, que recicla apenas un 10% de los silos bolsas y bidones de agroquímicos que desecha el campo argentino, es un primer paso en el compromiso con el medio ambiente de los productores agropecuarios, que empiezan a ver en el futuro del sector una economía circular y sustentable.


Gestión de residuos con eficiencia

La correcta gestión de residuos por parte de las industrias no solo beneficia al medio ambiente sino que valoriza los materiales remanentes de la producción, transformándolos en recursos utilizables en otros procedimientos posteriores.

Muchas veces, las empresas no cuentan con personal especializado en mejorar o favorecer la eficiencia de los procesos productivos, por lo tanto, en su actividad, los costos de la compañía y la contaminación del planeta se incrementan en paralelo. Sin embargo, existen empresas que brindan servicios para adecuar la utilización del material, en el lugar indicado y el momento justo, para mejorar el costo y evitar un impacto mayor en el ecosistema.

Haas Group International es una empresa que se especializa en brindar servicios como la provisión de insumos indirectos, el tratamiento de aguas, la filtración de aire y líquidos, el seguimiento y mantenimiento de sistema de mecanizado, limpiezas técnicas, atención a sistemas de lubricación, sistemas de pintura automotriz, tratamientos de efluentes, gestión de residuos y laboratorio en planta.

Los servicios de gestión eficiente que realiza la firma se aplican tanto en grandes empresas de la región como en pymes. Aunque la mayoría de los clientes se encuentran en Santa Fe, la empresa tiene capacidad para trabajar en otras provincias. Incluso, se espera que en el corto plazo se establezcan lazos comerciales con países de latinoamérica (Brasil, Perú y Uruguay).

“No somos fabricantes de productos, lo que hacemos es colocar el producto químico indirecto en las producciones en el momento justo, con un mínimo stock en la planta del clientes”, explicó Alejandro Suárez, gerente general de Haas Group International Argentina, y aclaró que también cuentan con personal en los lugares donde se presta el servicio para que el material “sea usado de la forma más segura y eficiente”.
“La palabra gerenciamiento es la clave. Nosotros cuidamos que todas las operaciones, tanto la logística como la utilización del producto en los sistemas de nuestros clientes, sea la más óptima posible”, manifestó el ingeniero químico y agregó: “Logramos una eficiencia que nuestro clientes, al no ser especialistas en el área química, no alcanzarían”.

Uno de los servicios que presta la firma es la gestión de residuos, donde se busca mejorar el desempeño ambiental y económico de los clientes mediante la adecuada segregación, logística ajustada, búsqueda de usos secundarios, correcta disposición final y documentación. Haas basa su gestión en el modelo de Economía Circular y crea valor en todos los puntos del proceso, optimizando el uso de los recursos naturales, reutilizando y reciclando los materiales. Logra reducir así el impacto negativo de la actividad en el medioambiente y la salud.

De esta forma, la empresa que forma parte de la corporación Incora logra reducir la generación de residuos de sus clientes y beneficiar al medio ambiente sin detener o complicar la actividad productiva de la región.

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