Hay más conciencia ecológica pero todavía hay mucho por hacer para evitar el impacto negativo en el medio ambiente

Por Belén Travesaro
belentravesaro@gmail.com

La generación de basura se incrementa de la mano de la sociedad de consumo y genera cada vez más contaminación. El desafío actual es encontrar la manera de reducirla y reciclarla para así evitar el impacto negativo en el medio ambiente. Especialistas consultados coinciden en que ahora hay más conciencia ecológica y compromiso por parte de la sociedad, sin embargo todavía queda mucho por hacer. ¿Cuáles son los avances y las cuestiones pendientes? ¿Qué rol cumple la educación? ¿Cuáles son las innovaciones para un mejor aprovechamiento de los desechos?

La clasificación de los residuos es amplia, abarca desde los sólidos urbanos, los industriales, los hospitalarios y los comerciales, entre otros. Además están los de tipo orgánico, inorgánico, los peligrosos y los que no lo son, y los que se pueden reutilizar o reciclar.

Con respecto a los sólidos urbanos, se generan 800 toneladas por día en total en la ciudad de Rosario, lo que equivale a 800.000 kilos. Y por cada habitante en forma diaria se calculan 800 gramos; mientras que en la provincia de Santa Fe oscila entre 0,65 y hasta 1 kilo (dependiendo de cada ciudad o localidad). La mayor parte de los desechos domiciliarios de la ciudad van a relleno sanitario, y un 30 por ciento se recupera y recicla.

“Desde la Municipalidad proponen y trabajan en la recuperación del residuo, ya que piensan a los materiales reciclables como materia prima. De hecho cuentan con una Planta de Compostaje en Bella Vista, donde reciclan 150 toneladas por día”, cuenta la ingeniera Cecilia Mijich, subsecretaria de Ambiente de la Municipalidad.

El proceso de tratamiento en dicha planta permite aprovechar la materia orgánica de los residuos con el fin de obtener compost, además de la recuperación de vidrio, plástico, metales ferrosos y aluminio, los cuales se pueden reciclar y utilizar para diversos productos. La basura proviene de la recolección domiciliaria, realizada por las empresas concesionarias del servicio.
La planta fue diseñada para procesar 200 toneladas por día, lo que representa un 30% del total de los residuos sólidos domiciliarios generados en Rosario.

Basura cero
Mijich considera además que el desafío es reducir la cantidad de basura que va a relleno sanitario, algo en lo que coincide el ingeniero Miguel Siryi, director provincial de Girsu (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) quien rescata los progresos obtenidos a partir de la ley sancionada en el 2009 de basura cero (número 13.055), que tiene como uno de sus objetivos disminuir en forma progresiva la basura que va a disposición final, además de la regionalización y acción mancomunada.

“La ley establece la eliminación de los basurales a cielo abierto. Todavía quedan muchos por erradicar y contamos solamente con 4 rellenos sanitarios habilitados en la provincia. Los que están a cielo abierto, por ejemplo en la autopista Rosario-Santa Fe, traen problemas no sólo ambientales sino también viales”, agrega Siryi.

También el ingeniero rescata el trabajo que vienen haciendo a partir de la conformación de consorcios, integrados por comunas y municipios de distintas regiones de la provincia, que se ocupan de la gestión integral de los residuos sólidos urbanos. Ya hay 17 asociaciones, las cuales presentan sus proyectos de gestión, que son revisados por Girsu para luego en función de lo que se apruebe, contar con una asistencia económica.

 

La separación de la basura en la casa, un hábito necesario
Si bien el hábito de separar la basura en la casa todavía no está del todo instalado, de a poco se van sumando más personas que realizan este trabajo. Esto permite preservar los desechos para que se conviertan en materiales reciclables y reutilizables.
Como es el caso de la artista plástica Juana Torres, que vive en el centro de Rosario y desde hace tiempo separa la basura orgánica por un lado y por el otro, el papel y los plásticos secos para luego disponerlos en contenedores cercanos. Cada dos días saca una bolsa llena. Un hábito que ya tiene incorporado en su rutina.
Por su parte, Verónica Ruvioli, comunicadora social, que vive en Funes junto a su familia, comenta: “Empezamos a separar durante el fin de la gestión anterior de la Municipalidad de Funes cuando se promocionaron las estaciones verdes que recibían el material. De a poco vimos que la gente comenzó a usarlo como un contenedor regular y tiraban cualquier cosa. Con el nuevo gobierno esto desapareció y dejamos de separar hasta que en el jardín de infantes de mi hijo, en Fisherton, recibieron un contenedor naranja y ahora llevamos allí plástico, vidrio, cartón, papel, latas y telgopor”.
Con pequeñas acciones se generan grandes cambios. Eso sostiene Soledad Ayala, doctora en Comunicación Social e investigadora del Instituto de Estudios Sociales de la Ciencia y Tecnología, de la Universidad Nacional de Quilmes, que vive en Capital Federal. “Separo la basura orgánica de la que no lo es (tal como los residuos que uno utiliza para la higiene personal) y, además, separo todos los materiales que son reciclables, como por ejemplo vidrio, papel y plástico. Es muy fácil de hacer y los beneficios de realizar esa división poseen efectos muy buenos para el medio ambiente. Es sólo cuestión de cambiar gradualmente las prácticas y de entender lo importante que es para el ecosistema, las generaciones futuras y nosotros mismos”, asegura.

Compromiso ciudadano
Si bien todavía hay mucho por hacer, lo positivo es que empieza a haber un mayor compromiso ciudadano. “Hay un aumento en la conciencia ambiental, que todavía no se traduce proporcionalmente en actitudes ambientales. Sucede que es un proceso y se hace muy importante sostener las gestiones con inversiones e infraestructura”, opina Siryi.
Al respecto Mijich observa que la gente se viene comprometiendo en un mayor cuidado del ambiente, aunque hay temas en los que se requiere seguir mejorando como por ejemplo en la separación de residuos domiciliarios, para que “esto se conciba como un hábito cotidiano más”.

En este sentido la educación es un pilar fundamental para un cambio. Desde La Municipalidad vienen trabajando en la Red de Escuelas Verdes, que nace a partir de la necesidad de generar espacios de intercambio entre instituciones educativas que están comprometidas con la problemática ambiental. Formar parte de la red les permite a las instituciones participar de las diferentes propuestas planificadas por la Dirección de Educación Ambiental. Se abordan temas como generación, separación y reciclado de residuos domiciliarios, consumo responsable y actividades del programa “Rosario más limpia”.
Innovación
A la hora de pensar en la forma de reutilizar la basura, una de las innovaciones es la conversión del residuo en energía eléctrica. En la provincia de Santa Fe todavía no se está realizando pero sí en la provincia de Buenos Aires. La empresa Ceamse (Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado, creada por los estados de la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires para la gestión integral de los residuos sólidos urbanos) está generando energía eléctrica para 25 mil hogares a partir del biogás que produce la basura enterrada en relleno sanitario. Cuenta con dos centrales de generación de energía, emplazadas dentro del Complejo Ambiental Norte III, localizado en tierras de Campo de Mayo, en parte de los municipios de San Martín, San Miguel y Tigre.

Donde tienen más experiencia en este tema es en los países escandinavos, cuyo trabajo es un modelo a seguir. Así lo asegura el rector de la Ucel (Universidad del Centro Educativo Latinoamericano), doctor Daniel Coria, quien viajó este año hacia ese destino para la capacitación en temas medioambientales, invitado por la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático. Uno de los temas fue el tratamiento de residuos domiciliarios, y la generación de biogás para calefacción y electricidad.

Al respecto comenta que la calefacción en Dinamarca y en Copenhague funciona a partir del biogás, generado a través de los procesos de tratamiento de residuos orgánicos. “Mientras que en Dinamarca sólo el 2 por ciento de los residuos totales va a relleno sanitario, nosotros en Argentina llevamos todo. Esto nos trae problemas de contaminación causados por el exceso de basura y el trasporte”, expresa Coria.

Para él el problema es que nosotros consideramos al residuo como un estorbo, mientras que en estos países lo conciben como una materia prima. “Tienen conciencia de que los residuos son un asunto del que lo genera, no del Estado; es decir, un problema de todos. Allí integran este tema al programa de las escuelas, les otorgan a los chicos trabajos prácticos sobre cambio climático, tratamientos de residuos y energías renovables. También tienen incorporada la separación de los desechos, además de su reutilización a partir del compost. Es importante que nosotros sigamos trabajando en educación y en políticas públicas”, opina.

“En Dinamarca sólo el 2 % de los residuos totales va a relleno sanitario”

TRATAMIENTO
Para cerrar es importante aclarar las distintas etapas del circuito de la basura. En primer lugar está la generación, luego la separación en origen para seguir con la recolección, tratamiento y disposición final en relleno sanitario.

Es Resicom Ingeniería Ambiental S.R.L la que administra el relleno ubicado en la localidad de Ricardone (ciudad de Roldán), donde se disponen los residuos domiciliarios para su tratamiento y disposición final. Brindan sus servicios, que también abarca recolección, a 14 municipios y comunas del sur de Santa Fe (incluyendo a la Municipalidad de Rosario), además de empresas privadas. Y desde el año pasado también están trabajando con los residuos industriales no peligrosos.

“Recibimos 24 mil toneladas de basura en forma mensual de Rosario. Una cifra que viene bajando, ya que años anteriores recibíamos 27 mil. Entre las causas de este descenso se encuentran la separación de los desechos en origen, además del trabajo que se viene realizando en la Planta de Compostaje en Bella Vista”, expresa Gustavo Olivella, gerente comercial de Resicom.

Olivella rescata como aspectos positivos la disposición de contenedores y la eliminación de los basurales a cielo abierto; y considera importante seguir trabajando en el hábito de separar los residuos en origen (dividir lo orgánico de lo reciclable como el plástico, cartón, telgopor, papel y vidrio).

Otra empresa, que también dispone de relleno sanitario, es Séptima Región. Se ocupa de los residuos domiciliarios e industriales no peligrosos. Recibe basura de las municipalidades de Funes, Pérez, Arroyo Seco, Alvear, Acebal y Zavalla, además de empresas privadas. Su apoderado es Horacio Rapetta, “Rosario está muy avanzada en el manejo de residuos, en comparación con otros municipios. Se vienen eliminando los basurales a cielo abierto y los rellenos sanitarios son una solución al problema. También se está incorporando la clasificación de la basura en origen, aunque a veces no se hace de la forma adecuada. Los desechos aptos para reciclar tendrían que estar más secos, teniendo en cuenta que si están húmedos se vuelven contaminantes. Lo cierto es que se viene mejorando en el tema, pero todavía hay mucho por hacer”, concluye.