Por Ingeniera Ambiental Marina Povolo
En nuestro país, tenemos aún un largo camino por recorrer en cuanto a conciencia ambiental. Esto, por supuesto, se refleja en la cotidianidad de las plantas industriales donde frecuentemente generar cambios para mejorar el desempeño ambiental de una organización no es una tarea para nada sencilla.
Dicha dificultad a veces puede ser técnica, otras veces por falta de recursos o desconocimiento. Pero todos estos son elementos que dadas las condiciones suelen conseguirse tarde o temprano. Y allí es donde nos enfrentamos al mayor desafío a lograr: el cambio cultural.
Por lo que el trabajo de los ingenieros ambientales representa un constante desafío. No solo se requiere poseer acabados conocimientos técnicos ambientales, conocer en detalle el proceso en el cual estamos involucrados, el rubro, y los actores principales, si no también variadas habilidades interpersonales necesarias para acompañar e impulsar este cambio en la organización, como ser:
- Negociación, no hemos tenido esa materia en la facultad, pero es un curso fundamental que debemos tomar.
En cada uno de los momentos que nos toca intervenir y quizás poner en práctica todos los puntos detallados precedentemente, debemos respirar profundo buscando inspiración, y también habrá que mirar para atrás y recordar el punto de partida, y comprobar, a pesar de todo, que es mucho lo que se ha logrado.
El cambio cultural es lo que más cuesta socialmente, la educación es fundamental para torcer un poco la tendencia con la que se viene y otro tanto nos toca a nosotros desde nuestro lugar.